Cuando el centro escolar tiene constancia de un presunto caso de acoso escolar, abrirá el protocolo de actuación y realizará las labores de identificación del problema, entrevistando por separado al presunto acosador, a la presunta víctima y a los observadores, aportando el/la tutor/a sus observaciones sobre el clima de convivencia en el aula.
Una vez confirmado el acoso escolar, se pondrá en conocimiento de la familia.
El profesorado y la dirección del centro escolar deben estar informados en todo momento de la situación para aplicar las medidas necesarias.
El centro escolar debe garantizar la protección de la víctima y la aplicación de medidas sancionadoras preferentemente educativas a los/as acosadores/as.
El centro escolar debe informar a las familias implicadas, acerca de las actuaciones que está realizando, y que debe reflejar en el protocolo.
El centro escolar, debe comunicar a inspección educativa, servicios sociales y/o fiscalía de menores la situación, dependiendo de la gravedad y la edad de los/as implicados/as.
El profesorado tiene un lugar privilegiado para observar comportamientos de acoso en el centro escolar
Tu participación en la prevención, la evaluación y actuación es muy importante. Tu contacto directo con el alumnado te permite acceder a los implicados directamente y conocer y actuar sobre la situación en primera persona.
Debes actuar en varios frentes: por una parte, con las partes implicadas, por otra parte, con las familias y por último con tus compañeros en el centro educativo.
Pasos a seguir para trabajar el acoso en el centro educativo
1. Hablar con las partes implicadas
2. Trabajar el tema en clase a través de las tutorías
3. Comunicar la situación al Equipo Directivo y de Orientación
4. Hablar con las familias de las partes implicadas
5. Adoptar medidas oportunas
(Comisión de Convivencia o Consejo Escolar) teniendo en cuenta el Reglamento de Régimen Interno
6. Valorar la posibilidad de facilitar a la víctima apoyo psicológico
7. Seguimiento y evaluación de las medidas adoptadas
8. Necesidad de colaboración con otros organismos y profesionales: inspección educativa, centro de formación del profesorado, fiscalía de menores
Cómo actuar con los testigos
El acoso es violencia injustificada, cruel, gratuita y reiterada que se ve animada por los testigos. Conseguir que estos arrinconen al violento podría acabar con la violencia.
Pero la realidad es que en cerca de la mitad de los casos, tanto los espectadores como las víctimas miraron para otro lado por miedo a:
- Las represalias.
- A que les califiquen de chivato/a.
- A que les llamen gallina, cobarde, nenaza. Estereotipos del hombre que se niega a pelearse.
- A la presión de grupo. Dificultad de pensar diferente al resto.
La presión de grupo no siempre es mala, pues puede ser positiva. Por ejemplo, si estamos ante una clase en la que la mayoría de estudiantes sacan buenas notas y son estudiosos, esa sería una presión de grupo positiva frente al que no estudia.
Pero para trabajar todo esto es necesario construir, entre todos, otra sociedad en la que no se fomente el individualismo, empezar a construir otros valores.
Para cambiar esta actitud es muy importante los modelos de referencia: padres y educadores tienen que tener un comportamiento de referencia para los chicos, que condene y rechace la violencia.
Cómo actuar con el acosador y la familia
Este es uno de los frentes más complicados a los que te enfrentas como docente. El problema con la familia del acosador es que no suelen reconocer que su hijo o hija son agresivos/as. Se muestran resistentes a aceptar la situación porque hacerlo, les genera mucho sufrimiento. Muchas veces, las familias confunden el término de agresor con liderazgo.
Como bien sabrás, en la mayoría de las ocasiones cuando el colegio llama a unos padres para informarles de que su hijo ha agredido a otro suele ser cierto y es importante que en casa se tomen medidas para atajar la actitud.
Debemos acompañar a las familias para que sus hijos reflexionen sobre por qué lo hacen. Muchas veces el agresor necesita compañía para encontrar sentido a su comportamiento. Sus familias pueden acompañarles a hacerse la pregunta “¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Qué quiero conseguir?”, esto les va a permitir modificar su comportamiento.
(A veces quieren conseguir ser aceptados por el grupo y no saben que no es la forma adecuada, otras veces no son conscientes que están causando daño a otro, etc.)